La correa de un reloj de pulsera es un elemento tan importante como el mecanismo. El principal requisito de una correa es que sea cómoda, pero además hay que tener en cuenta otros factores como su durabilidad, materiales, acabados, etc.

Esta semana analizamos cómo cambiar la correa de un reloj, pero además repasamos algunos otros factores como la posibilidad de acortar correas de lujo, su mantenimiento, tipos, etc.

Qué funciones tiene la correa de un reloj

Antes de conocer cómo cambiar la correa de un reloj, vamos a ver algunas de las características que debe cumplir este elemento, indispensable en relojería.

Una correa es el elemento que permite ajustar el mecanismo a la muñeca de forma cómoda. Desde el origen de los relojes de pulsera, y su popularización a lo largo del siglo pasado, la industria relojera ha trabajado para ofrecer correas de calidad, en materiales nobles, capaces de ajustarse a todo tipo de muñecas y movimientos.

La correa de un reloj, por tanto, tiene una función principal, acoplar el mecanismo a la muñeca, para conseguirlo es imprescindible utilizar materiales cómodos y ligeros.

Materiales comunes para fabricar correas de reloj

En relojería exclusiva se utilizan una serie de materiales que están a la altura del mecanismo que guardan. Los más habituales son los siguientes:

Piel: Es el material para correas de relojes de lujo por excelencia. Una correa de piel es un detalle de excelencia, por eso muchas de las casas relojeras suizas utilizan exclusivamente la piel natural para la fabricación de sus correas. Quizá su único problema sea que, en algunas ocasiones, la piel en correas puede provocar irritaciones cutáneas por alergias.

Metal: Las correas metálicas se fabrican en su mayoría con acero, por una parte se trata de un material muy resistente, pero además es un metal extremadamente ligero. Muchas personas optan por una correa de metal (acero o titanio) para el día a día, dejando los modelos en piel para ocasiones especiales.

Caucho: En su momento fue todo un acontecimiento, las correas de caucho daban una imagen deportiva a cualquier reloj, eran ligeras y extremadamente confortables. Hoy en día incluso marcas como Rolex utilizan este material en algunos de sus modelos.

Nylon: Se trata de la opción perfecta para todos aquellos que desean dar un toque informal a su pieza de relojería, incluso si se trata de una antigüedad. La correa de nylon es totalmente ajustable y añade un toque de color en nuestra muñeca.

En la actualidad existen muchos materiales que se utilizan para fabricar correas de relojes, sin embargo los anteriores siguen siendo los tradicionales, especialmente en alta relojería.

Cómo cambiar la correa de un reloj, la decisión adecuada

Habitualmente la correa que acompaña al reloj es la más adecuada. Los relojes de gran lujo suelen incorporar correas de piel y cuero, los deportivos intercalan correas de caucho con otros materiales como el nylon, las correas metálicas suelen asociarse a relojes urbanos de uso diario, sin embargo, esto no quiere decir que un reloj no deba cambiar de estilo.

La mayoría de relojes disponen de pasadores para fijar el mecanismo a la correa, a su vez, la mayoría de correas disponen de una abertura en la que podemos ubicar estos pasadores.

Tanto el sistema de fijación como la medida, la anchura de la correa, suelen ser estándar, por eso es posible cambiar una correa de piel por una metálica, o aportar versatilidad a un reloj con una correa de caucho.

Para una correcta instalación se necesitan instrumentos de precisión, esto no quiere decir que no puedas colocar tú misma/mismo el pasador, pero para un resultado perfecto, mejor contar con la experiencia de una persona profesional.

Es una tarea sencilla, ya que el pasador dispone en su interior de un muelle que fija correctamente la correa al reloj, si quieres un acabado perfecto contacta con tu relojería de confianza.

Una cuestión de gusto personal

Hoy en día no hay nada escrito en cuanto a estilos de correas para reloj. Muchas personas optan por diseños modernos y contemporáneos para piezas clásicas, cuando se acierta es todo un hallazgo, correas coloridas, o de materiales nuevos, son perfectas a veces para los mecanismos más tradicionales.

Lo contrario es menos habitual, utilizar una correa de cuero o piel en general en un reloj deportivo, o de estilo juvenil no suele ser buena idea, aunque como decimos, todo es cuestión de gustos.

Muchas veces tenemos una pieza que nos acompaña durante muchos años, y sin embargo buscamos una imagen nueva, para conseguirlo, nada más fácil que cambiar la correa.

Ajustar la correa de un reloj

Veíamos, cuando hablábamos de cómo cambiar la correa de un reloj, que es posible cambiar de forma sencilla la correa de un reloj, sin embargo, una vez cambiada, llega el momento de ajustarla.

Los ajustes de correa dependen del material. La correa de cuero suele tener un ajuste en la parte central, con el que podemos hacer que el diámetro sea el adecuado. En nylon, caucho y otros materiales similares, se suele utilizar un dispositivo semejante, con el que podemos hacer que la apertura de la correa sea mayor o menor.

El caso de las correas metálicas es diferente. En acero o titanio la correa se forma por eslabones, para ajustar sus dimensiones es imprescindible quitar o añadir eslabones. El cierre de seguridad acaba por ajustar perfectamente la correa a la muñeca.

Pruebas en correas de piel para reloj de gran lujo

Los mejores relojes suelen llevar correas de piel, para comprobar su calidad, habitualmente la correa pasa por una serie de pruebas previas entre las que se incluyen las siguientes:

Tensión y torsión para ajustarse al movimiento de la muñeca

Resistencia a la abrasión para comprobar su resistencia al calor

Resistencia al sudor mediante productos químicos

Resistencia al agua y a la humedad

Pruebas de radiación ultravioleta y resistencia al sol

Pruebas de absorción de productos

Prueba de desgaste por roce

Si la correa supera satisfactoriamente todas estas pruebas, la piel será autorizada para acompañar a un reloj de gran lujo.

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