Cuando nos introducimos en el mundo de los relojes, nos encontramos con dos tipos de movimiento, el mecánico y el movimiento de cuarzo, que es el que vamos a detallar en este artículo.
La diferencia entre un reloj de cuarzo y uno mecánico, es que el de cuarzo se caracteriza por poseer una pieza de cuarzo que sirve para generar los impulsos necesarios a intervalos regulares que permitirán la medición del tiempo. El cuarzo se talla habitualmente en forma de lámina y se introduce en un cilindro metálico; para proteger el mineral. Para que vibre el cristal de cuarzo, debe ser alimentado por un campo eléctrico oscilante generado por un circuito electrónico. La electricidad la conseguimos gracias a una pila eléctrica.
Básicamente el movimiento electrónico analógico dispone de una batería que alimenta a un circuito que impulsa a las ruedas de las agujas del reloj. La regulación de la frecuencia del cuarzo llega a alcanzar los 32.768 hercios a diferencia de los mecánicos cuya máxima frecuencia es de 5Hz. Es una diferencia muy considerable, y que convierte a los mecanismos de cuarzo en aparatos mucho más precisos que cualquier reloj de movimiento mecánico.
El precio de los relojes con movimientos de cuarzo es inferior a los de los mecánicos, más fáciles de reparar y con un tamaño bastante reducido. Es más barato sustituir un movimiento de cuarzo que repararlo, cosa que no sucede con los mecánicos.
La tecnología de un movimiento de cuarzo es bastante más avanzada y precisa que la de uno mecánico. La única desventaja actual ante los mecánicos es que utilizan una pila de litio, que, aunque sea la tecnología con menor índice contaminante según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Geológico y Minero de España, contamina más que un movimiento mecánico, el cual no incluye ninguna fuente de energía externa y es por lo tanto de 0.
Algo de historia sobre el movimiento de cuarzo
1920 – Warren Morrison y J.W. Horton construyen el primer reloj de cuarzo en los Bell Telephone Laboratories.
1964 – Seiko hizo uso del reloj de cuarzo Quartz Crystal QC-591 en los Juegos Olímpicos de Tokio.
1967 – Primeros prototipos de relojes de pulsera de cuarzo, el Beta 1, presentado por el Centre Electronique Horloger de Neuchâtel, Suiza y el Astron de Seiko.
1969 – Sale a la venta el Seiko Quartz-Astron 35SQ, el primer reloj de pulsera de cuarzo del mercado, que atrasaba tan solo 5 segundos al mes. Fabricado en oro, su precio era de 1250 dólares (más o menos lo que costaba un coche en esa época). Su eslogan de lanzamiento fué "Algún día, todos los relojes serán así" (no les faltaba razón). Unos meses más tarde, los principales 21 fabricantes suizos que habían desarrollado el Beta 1 presentan en la feria de Basel sus relojes de cuarzo de pulsera.
1972 – Hamilton presenta el primer reloj digital de la historia, bajo la marca Pulsar, después adquirida por Seiko. Poco después, Longines sacó el primer reloj digital con pantalla de cristal líquido LCD.
Pronto se inicia una producción masiva de este tipo de relojes ya sea analógicos como principalmente digitales LCD en Japón y Hong Kong a cargo de fabricantes como Casio, Citizen o Seiko. Gracias a su comodidad (muchos consumidores los usan para sustituir a relojes de alimentación a cuerda) precisión, bajo coste y funciones antes reservadas a relojes de alto precio como alarmas, cronógrafos o calendarios que no requieren ajuste, tienen un fulgurante éxito comercial. El reloj mecánico tradicional poco a poco es arrinconado comercialmente y muchos fabricantes suizos, en horas bajas comerciales, adoptan el cuarzo y lanzan modelos digitales.
1983 – Después del boom de los relojes digitales, la marca Suiza Swatch, con un sencillo mecanismo en cuarzo, logra revivir los relojes de agujas. El éxito de la firma es tal que acaba comprando la mayoría de los fabricantes tradicionales suizos. A día de hoy, muchos de estos fabricantes suizos usan el cuarzo para sus modelos económicos, y los movimientos mecánicos para sus series superiores.
1992 – Seiko lanza bajo el nombre de Kinetic, un reloj de cuarzo automático, sin pila, un híbrido entre el clásico automático mecánico y reloj de cuarzo. El movimiento humano, en lugar de dar cuerda a un mecanismo mecánico, mueve un generador que alimenta un mecanismo eléctrico. La firma suiza de movimientos ETA fabricó también un movimiento de cuarzo automático con el nombre AutoQuartz para entre otros Tissot, Omega, Mido o Longines.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a entender a lo que nos referimos cuando hablamos de movimientos de cuarzo.
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