AUDEMARS PIGUET. Royal Oak Calendario Perpetuo. El modelo más emblemático de la manufactura tiene, entre sus referencias en platino, esta versión con calendario perpetuo, brazalete en este material y esfera calada. 139.800 euros. Fotografía: Ángel Becerril.

El discreto encanto del platino

31-10-2011

Andrés Moreno

El precio medio de un reloj suizo de oro es de 8.987 ¤ y el de platino 44.540 ¤, lo que supone cinco veces más. Aunque la cotización de los dos metales no difiere demasiado, el platino usado en relojería tiene una pureza del 95% frente al 75% del oro.

La alta relojería es un mundo definido por la creación artesanal de complejos mecanismos y la selección de refinados materiales que engrandecen el precio de las piezas. Habitualmente es el oro el material que copa los más altos puestos de los catálogos, aunque existe una alternativa para quien busque un reloj aún más exclusivo. Por su escasez, precio y dificultad de trabajar, el platino es un metal sólo accesible para un selecto grupo de firmas.

Platine con cajas como las esferas están hechas en este metal noble. La última de ellas es esta versión Patrimony con caja ultraplana de 40 mm. Edición limitada a 150 ejemplares. 42.400 euros.

Ya estaba presente en las antiguas civilizaciones egipcias y precolombinas, aunque no fue hasta comienzos del siglo XX cuando comenzó a extenderse su uso en joyería de la mano de Cartier. Su introducción en la relojería ha sido tan exclusiva como la propia naturaleza del metal. Según datos de la FHS (Federación de la Industria Relojera Suiza), en el año 1987 se fabricaron únicamente 1.200 piezas en platino.

El nuevo interés surgido por las grandes complicaciones relojeras en las dos últimas décadas ha traído un considerable aumento de la demanda del consumo. En 2004 los modelos fabricados en este metal de origen natural era de 13.000 unidades y la producción alcanzó su techo en 2008. Aunque la demanda se ha reducido por la situación mundial, en 2011 se espera superar la producción del pasado año, según previsiones de la Platinum Guild International, asociación dedicada a la promoción del uso del platino en joyería y relojería.

En España, el platino cuenta con una clientela escasa pero muy fiel. Para Antonio Seward, máximo responsable de Audemars Piguet en nuestro país, "la cifra es tan pequeña que es complicado evaluar tendencias. En todo caso, las piezas que nosotros recibimos se venden bien". Una opinión parecida expresa Emiliano Suárez, director general del Grupo Suárez: "La demanda es escasa, pero también lo es la oferta, así que es un mercado muy equilibrado".

MÁS CARO QUE EL ORO. El precio medio de un reloj suizo de oro es de 8.987 ¤, mientras que el de uno de platino sube hasta los 44.540 ¤. ¿A qué se debe esta diferencia? La cotización de los dos metales no difiere demasiado (unos 1.180 euros/onza de oro frente a los 1.086 aprox. del platino). Lo que ocurre es que el platino utilizado en relojería tiene una pureza del 95% frente al 75% del oro. Por otra parte, es mucho más complejo de trabajar.

EXACTITUD. A. LANGE & SÖHNE RICHARD LANGE REFERENZUHR. Su calibre posee un ingenioso mecanismo que permite una rápida puesta a cero del segundero para facilitar así la exactitud del reloj. La edición en platino de este modelo de 40,5 mm de diámetro está limitada a 50 ejemplares. La esfera es de plata y las agujas de oro. 49.300 euros.

En palabras de Claudio Cavaileri, jefe de Producción de la manufactura Audemars Piguet, "es un material muy abrasivo. Las herramientas que utilizamos, que son más caras que las habituales, se degradan antes y hay que cambiarlas con mayor asiduidad, lo que retrasa mucho la producción". Christian Selmoni, director artístico de la firma Vacheron Constantin, destaca otro elemento esencial: "El platino tiene un proceso de pulido tan complicado que sólo puede ser realizado de manera artesanal por los mejores especialistas de nuestra manufactura".

LUJO DISCRETO. El coste de fabricación tiene su reflejo en la escasez de relojes de platino, y los convierte en el gran deseo de un escaso número de coleccionistas. Jacques Thomas, director de A. Lange & Söhne de Europa Occidental, explica que esta firma sajona ha apostado desde comienzos de los años noventa por las ediciones en platino.

Para Thomas, el coleccionista de este tipo de piezas se distingue por su gran poder adquisitivo, conocimiento de la cultura relojera y discreción. "Yo relaciono estos modelos con el dinero que no se ve" -apunta Thomas-, "personas que quieren que su compra sólo sea admirada por verdaderos conocedores. Alguien que ha logrado ser rico en poco tiempo está interesado en piezas más llamativas que expresen rápidamente su buena situación económica".

Suárez coincide en esta opinión y concede al platino un valor que sólo es plenamente apreciado en la intimidad: "Al tratarse de un material más denso, crea una sensación diferente al ponerse en la muñeca. Es el mismo placer que sientes al pasar de un reloj de acero a otro de oro".

VINTAGE. OFFICINE PANERAI RADIOMIR 3 DAYS PLATINO. Sorprendente referencia perteneciente a las ediciones especiales de 2011 de Officine Panerai que, por su estética, recuerda a los primeros relojes de la marca. Caja de platino de 47 mm con índices y agujas luminiscentes de aspecto envejecido. Sólo existen 199 piezas para todo el mundo. 29.700 euros.

Un placer que lo más probable es que siga encareciéndose con el paso del tiempo. No se espera un gran aumento de la producción durante los próximos años, pero sí de la demanda. Según Françoise Izaute, director de Platinum Guild International en Italia, "tienen un brillante futuro en China, que se ha convertido en el principal comprador de joyas de platino. Los chinos aman los relojes, los consideran un talismán, y el platino por la pureza del material, que es una virtud muy importante en su escala de valores".

NUEVOS MATERIALES

En un mercado dominado por el oro y el acero, los relojes de platino aportan exclusividad. Hasta hace pocos años éstos eran los únicos materiales entre los que se podían optar. Un mayor interés por la relojería y la aplicación de nuevas tecnologías han cambiado esta tendencia y la oferta de materiales ha crecido de manera espectacular.

A comienzos de los años 80 se introdujeron las primeras unidades de titanio y cerámica. Estas alternativas ya se han asentado en los catálogos de las principales firmas para dar paso a otra nueva generación de materiales. En el terreno de los metales, cada vez es más común encontrar piezas fabricadas en paladio, como es el caso de Cartier y Ulysse Nardin. De la misma familia que el platino, el paladio es más ligero, fácil de trabajar y, sobre todo, más barato.

El aluminio y el magnesio también han entrado recientemente en la Alta Relojería. Richard Mille los emplea en la construcción de su RM 035 (20 gramos y 67.500 ¤, abajo en la fotografía), el nuevo reloj de Rafa Nadal. En cuanto a los materiales no metálicos la apuesta de Audemars Piguet por el carbono forjado y la de Officine Panerai por el composite demuestran el potencial de los compuestos procedentes de campos tecnológicos como la aeronáutica y la F1 gracias a sus extraordinarias ventajas en peso y resistencia.

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